[el blog de como cuando uno suele por tendencia tratar de evitar caerse cuando como por error se tropieza con un borde de esos pequeños y escondidos y uno intenta sortear entonces la caída que le sigue y cuando sabe que no puede esquivar el golpe del piso le toca como girar para caer sobre el brazo protegiendo el pecho o con los brazos primero como queriendo ser fuertes pero el dolor igual se siente y ya cuando uno deja de pensar en cómo recibir el totazo es que se está o sobando o queriendo levantar]

22.1.14

climatología.

he desarrollado en los últimos días una extraña rareza en mi ojo izquierdo [no logro recordar si el otro hereda el mismo destino]: una suerte de neblina, una cortina de velo, un desenfoque seguido de una sobrehumectación bajo el párpado.

amanezco con las lagañas más caóticas que haya visto, bordeando ambos párpados con la huella seca de una lágrima en medio del sueño. despierto con la cabeza pendiente del deber inmediato, seco por dentro e indiferente ante el hábito de comer.

creo que hace mucho no sentía la inercia colmándome en una época en que, aunque ocupado, las cosas simplemente se dejen suceder. conozco día a día y cada vez más mis delirios y manías, mis manipulaciones constantes con la realidad donde soy estricto pero sonrío complaciente para no parecer tan duro como soy por dentro. y sí, tengo el miedo de mostrarme ante el afuera como la oscuridad plena que siento florecer en los días de más barro. pero siempre hay sol, siempre y en algún lado, sorprendiendo cuando se deja ver.

es esta niebla en mis ojos lo que me pone a cavilar... niebla que, aunque fácil de asociar, aparece cuando menos espero y cuando más calor necesito.
[la sola angustia de una ceguera temprana fue suficiente complejidad para estos cinco minutos de grima nocturna.]




No hay comentarios:

Publicar un comentario